Control profesional de plagas de ratas y ratones

El ratón casero, ratón doméstico o ratón común es la especie más frecuente de ratones y tiene una asombrosa capacidad de adaptación. Encuentra su hábitat dividido entre el campo en épocas cálidas y las casas en épocas de más frío. En los edificios se instalan en aquellos lugares en los que encuentran materiales para hacer su madriguera y tienen acceso a alimentos. Roen incluso materiales de gran resistencia hasta llegar a fuentes de alimento. Se reproducen cuando las condiciones les son favorables a lo largo de todo el año llegando a tener hasta doce crías en cada camada. Son omnívoros aunque prefieren cereales y productos derivados y a falta de alimento de este tipo pueden llegar alimentarse de cera, masilla, y diversos materiales de lo mas extraño que nos pueda parecer. Echan a perder grandes cantidades de alimento debido a que no consumen los granos enteros y causan mas daño aún si cabe ensuciando con los orines y excrementos que van dejando a su paso.

El tratamiento de este tipo de plagas suele ser en muchos casos una pequeña batalla estratégica, en la que la observación del movimiento y los rastros dejados por los roedores es muy importante para saber exactamente qué medidas tomar, así como conocer las razones de la invasión, los alrededores de las zonas infestadas, las dimensiones aproximadas de la plaga, etc.. No bastará sólo con eliminar la invasión por medio de productos químicos o trampas, además habrá que tomar medidas para posibles reinfestaciones como la higiene del lugar, barreras físicas, etc... El manejo de raticidas implica el conocimiento de lo que se lleva entre manos y su correcta utilización por lo que le recomendamos acudir a un especialista.

Las ratas tienen una gran capacidad de adaptación a cualquier tipo de lugar y su condición de omnívoros hacen que estén presentes en edificios, almacenes, granjas, etc.. preferentemente en lugares húmedos. En las ciudades acceden a los edificios a través de grietas encontradas en cañerías y practicando con sus incisivos agujeros hacia los mismos. Los daños en almacenes y granjas son cuantiosos por lo prolíficas que pueden llegar a ser y, como los ratones, por la gran cantidad de comestibles que comen e inutilizan con sus excrementos y orina. De hecho la orina y excrementos de las ratas llevan gérmenes contagiosos que pueden llegar a ser un peligro para la salud del hombre y los animales domésticos.

Como comentamos para el tratamiento de ratones, supone una batalla en toda la línea la erradicación o al menos contención de la rata. Su inteligencia y su capacidad de inmunizarse con el tiempo a ciertos venenos hace que la estrategia para ganar la batalla sea muy acertada y constante. Una vez observada la efectividad de los productos aplicados deberá haber un seguimiento y sustituciones alternativas de cebos para evitar recelos o resistencias. En los tratamientos en exteriores los raticidas o productos utilizados deberán ir en portacebos protegidos y seguros, y serán revisados y sustituidos con la periodicidad que se estime. El manejo de raticidas implica el conocimiento de lo que se lleva entre manos y su correcta utilización por lo que le recomendamos acudir a un especialista.

Se trata de una caja opaca o con ventana que permite introducir cebos para ratas y ratones en distintos formatos como gel o bloques. Protegen los cebos de las inclemencias del tiempo. Su diseño interior estimula a las ratas y ratones para que ingieran el cebo, al sentirse protegidas y cómodas.

Se puede fijar si se desea a suelo o pared, en interior o exterior y tiene una o dos aberturas para que entren los roedores inducidos por el olor de los cebos, alimentándose poco a poco, evitando así desperdiciar el producto y alargando su tiempo de reposición.

Al estar cerradas se evita la posible ingestión del veneno a niños y mascotas. Están especialmente indicadas para el sector de la alimentación y hostelería.